Fuente: Artishock
Gravedad. Presión. Colapso. Ingravidez. Contención. Tacto. Inflamación. Punción. Sobrecarga. Vibración. Eventos que quedan inscritos sobre la materia, gestos de un cuerpo escandaloso que predica un exceso y señala una transgresión. ¿Puede acaso un cuerpo comunicarse sin recurrir a las palabras, esto es, convertirse en un cuerpo que se enuncia de manera no verbal?
"Masa de avance", exposición individual de Armando Rosales (Cabimas, Venezuela, 1987 – vive en la Ciudad de México desde 2015), reúne un video y una serie de esculturas de producción reciente, algunas creadas en el marco de una residencia en Hamburgo, Alemania, y otras dentro de los confines del espacio doméstico, cuyas dinámicas, fuerzas y materias inducen un peso importante a las salidas formales resultantes.
Los objetos fueron ensamblados a partir de las colecciones de materiales encontrados por Rosales, una práctica incesante de acopio que ha caracterizado su trayectoria. Manipulando materiales suaves y cálidos –principalmente telas y espuma– en un contraste marcado con materiales duros y fríos –latón, acero, piedra y aluminio–, las obras que conforman Masa de avance propician una estancia en la que irrumpen síntomas de una condición incierta, los cuales leemos por sus efectos sobre nuestros cuerpos. El encuentro bosqueja un tránsito acechado tanto por el pesar de un cuerpo en disturbio como por las potencias de transmutación de lo liminal.