Dia Muñoz • La dificultad de ser un Dios

La invención del microscopio compuesto a finales del siglo XVI posibilitó el descubrimiento de un universo invisible al ojo humano: organismos unicelulares de infinitas formas y tamaños habitando entre nosotros. El análisis de aquellos seres diminutos acaba con una era de la especulación, de apariciones espontáneas, y da paso al desarrollo de múltiples ramas científicas con aplicaciones médicas. La observación y el análisis del método científico se convierten en el punto de partida de todo conocimiento y aquello que denominamos como verdadero, un nuevo Dios que disipa supersticiones y las suplanta con certezas.

Originaria de Guayaquil, Ecuador, y actualmente residiendo en Madrid, España, Día Muñoz se interesa en las intersecciones del arte y la biotecnología. En el medio escultórico, el video y el performance, Muñoz crea entes y artefactos ficticios que reflexionan sobre la desconexión entre nuestros cuerpos y sus necesidades esenciales en las sociedades capitalistas-tecnocráticas contemporáneas.

Ante la ausencia humana, grupos de espectros amorfos escapan de los confines de las placas de Petri y flotan libremente por la estéril habitación de concreto. En un espacio expositivo convertido en un laboratorio científico, las obras de Muñoz toman forma de bacterias que operan como reactores alquímicos que toman desechos para crear elementos vitales: luz, agua y oxígeno. Combinando materiales como el vidrio de borosilicato, la plata y el neón, este grupo de esculturas continúa el proyecto de Muñoz que investiga cómo los microorganismos genéticamente modificados ayudarán a los humanos a encontrar otras formas de energía en un futuro cercano cuando los combustibles fósiles se hayan consumido.

Con este trabajo, Muñoz especula de un mañana donde el avance tecnológico nos permitirá domesticar a la biología al grado en el cual coexistiremos y dependeremos de este tipo de criaturas mutadas, un escenario que posibilitaría el acceso democrático a recursos inagotables. De esta manera, la artista plantea cuestionamientos éticos implicados en la alteración de microorganismos para nuestro beneficio y las relaciones parasitarias que mantenemos con otras especies. El título de la muestra “La dificultad de ser un Dios”, hace alusión al acto creativo así como a la capacidad de los investigadores de transformar la materia viva. Es en este universo microscópico, aún incomprendido e incontenible, que depositamos nuestra fe de salvación.


- Fabiola Talavera, 2023