N.A.S.A.L.

Jose Pinto La Criatura Infinita

junio 14, 2023
Jose Oliveira
vitrual-icon

José Pinto

La criatura infinita



“No es de extrañar entonces si los impulsos que se acumulan en nuestros cuerpos escapan a nuestro conocimiento… todo el sistema de impulsos, el cual es a la vez el arquitecto y el director de nuestro cuerpo, se oculta a nuestros ojos.”
Jakob von Uexküll

“… progreso invisible, sobre el que cada organismo visible cabalga durante el corto intervalo de tiempo que le es dado vivir.”
Henri Bergson


La criatura infinita es la propia energía que invade el espacio inicial (siendo este, en un momento previo, pobre y homogéneo en su reconocimiento instrumental) provocando su aparición la activación de múltiples entornos, guiados estos por los impulsos vitales, los cuales aspiran, desde su fuerza plástica y orgánica, sostener y alimentar a los elementos que emergen, complejizando, de este modo, lo percibido. Se descubre así una nueva esfera que penetra a lo visual, generando aquello una oscilación entre la sospecha de un relato inconcluso y el vislumbre de organismos que se mueven más allá de cualquier delimitación concreta e inmediata. Es un universo que inaugura la imaginación imposible de lo vivo, a través de una aproximación diminuta (en el sentido de detenerse en los agujeros secretos de lo viviente) que aspira bosquejar un mundo circundante que declare su dimensión física y compleja: interconexión de objetos diversos que advierten la posición de un paisaje, el cual proyecta una naturaleza singular y fantástica, guiada esta por una subjetividad borrosa y simultánea, cómplice de aquello que se cruza y se superpone en búsqueda de ignorados volúmenes.

El acto de pintar revela, desde su proceso intuitivo y diagramado, una explosión constante que, a través de una condición expansiva y aterradora, señala las huellas de una pluridimensionalidad que profundiza en los sistemas inherentes que producen la movilidad de las formas turbadoras. En ese sentido es fundamental una estrategia que se piense desde la tensión que invita el diálogo entre la pintura, el video y la instalación: lo fijo y lo movible, a partir de una frontera que se reconoce como cuerpo interrumpido por las ondas irregulares de lo imaginado y de lo tocado, anhelan introducirse en el azar creador que rompe con el continuo artificial impuesto por lo humano, reemplazado este por una línea que contiene anfractuosidades.

“… una recta que lo pareciera a primera vista, parecerá también, con un poco más de atención, perpendicular u oblicua al contorno. Si uno toma una lupa, o un microscopio, la incertidumbre no se desvanece, pues cada vez que se incrementa el aumento, se ven aparecer nuevas anfractuosidades, sin que llegue nunca a sentir la impresión tranquilizadora y clara que da, por ejemplo, una bola de acero pulido.” Benoît Mandelbrot

Teniendo en cuenta al matemático Mandelbrot, se advierte una pesquisa desde una noción de geometría no clásica que merodea las anómalas formas de ciertos objetos, los cuales se sostienen sobre una turbulencia que exige reconfigurar las relaciones entre escenario, cuerpo (animado e inanimado), y tiempo. Un palacio de descubrimientos que, a través de fluctuaciones y atisbos de transiciones accidentadas, nos ofrece una pintura que elabora probables flujos intensos, delimitados a partir de la apreciación de números secretos y de mareas en constante crecimiento. Pinturas irreales que, sin embargo, se inspiran en ciertas ecuaciones de la ciencia inspirada y experimental: “Ilya Prigogine (…) En lugar de una simple y única forma de estabilidad, tenemos en cambio múltiples formas de variada complejidad (…) cuando un sistema cambia repentinamente de un estado estable a otro (…) fluctuaciones menores pueden jugar un papel crucial en el resultado final.” Manuel De Landa

Lo que De Landa sugiere a esta exposición es la elaboración de una reflexión que, gracias a un desplazamiento más allá del equilibrio, encuentre comportamientos no lineales que revelen una materia más creativa y cambiante. Es esto lo que llama la atención de Pinto, estableciendo desde aquí, como pertinencia de su propuesta, la conversación entre pintura, objeto, instalación y video, dimensiones diversas de una historia singular, la cual insiste en manifestarse a partir de ensamblajes insospechados de biomasas (estas, claro, transformadas imaginativamente en las formas de la pintura, pero guardando los rasgos de su profunda participación).

Finalmente, la exposición se proyecta también en la herida irreductible del artista, indagando en las faltas que motivan el gesto creativo. Una vez más, la tensión entre lo fijo y lo movible, proyectando desde adentro las trampas flotantes que disuelven la piel de los objetos y los cuerpos en una noche diseñada desde las leyes salvajes de su propia disposición. El aliento que sopla en el bosque; el río y su sombra; sphaera vítrea; la fuga de un símbolo desviado. Esto es, sospecho, el esquema de la criatura infinita.


Jorge Aycart Larrea, curador